Clínica Dental Manosalbas
Nuestra Historia…
Dra. Lara N. Manosalbas
LAS MANOS QUE SALVAN
Mi vocación nació cuando era muy joven, al darme cuenta de cómo algo tan aparentemente pequeño podía transformar por completo la confianza de una persona. En ese momento me hice una promesa: «Voy a tratar a cada paciente como me gustaría que me trataran a mí.»
3,000 sonrisas después...
20 años han pasado desde esa promesa y sigo cumpliéndola cada mañana cuando me levanto.
Entiendo perfectamente lo que es sentarse en esa silla. Ese miedo que te da en el estómago, esas ganas de salir corriendo, esa sensación de vulnerabilidad total…
Por eso cuando llegas a mi consulta, no eres «la cita de las 16:30» o «el caso de endodoncia». Eres la persona que tiene una historia única, miedos únicos, y que merece todo mi tiempo y paciencia.
Mi forma de trabajar nació de algo muy simple: seriedad. Porque tu tiempo es sagrado.
Si necesitas que te explique algo diez veces, lo voy a hacer con la misma paciencia. Y si la undécima vez aún tienes dudas, pues vamos por la doceava.
Pacientes que no solo vuelven después de años, sino que traen a sus familias enteras. Como Pepi, mi primera paciente, que cuando supo que había abierto mi propia clínica, no dudó ni un segundo en seguirme. Hoy, 13 años después, toda su familia confía en mis manos.
Historias que me emocionan
Recuerdo a un chico joven que no podía ver sangre. Su primera cita conmigo fue solo para hablar. Sin instrumentos, sin bata blanca, sin nada que lo pusiera nervioso. Hoy sonríe sin miedo y me abraza cuando viene a revisión.
O la mujer de 35 años que llegó tapándose la boca con la mano. Seis meses después me dijo llorando: «Doctora, me ha devuelto la vida.»
Mis pacientes mayores son especiales. Les dedico 45 minutos en lugar de 20 porque he aprendido que muchas veces necesitan más que un tratamiento dental: necesitan sentirse vistos, valorados, importantes.
Nuestra filosofía: Las personas van antes que los números
Tengo una regla personal que comparte todo mi equipo: preferimos hacer las cosas bien que hacer muchas cosas. Jamás vamos a apurarte o presionarte.
En un mundo obsesionado con la velocidad, hemos elegido el camino del cuidado. Donde cada caso se estudia como si fuera único, donde mi equipo late con el mismo corazón que yo, donde ya conocemos tu historia antes de que entres al gabinete.
Esta forma de trabajar ha creado algo que jamás esperamos: pacientes que se convierten en amigos, que nos dicen «Nunca me habían tratado así», «Tienen unas manos mágicas», «Me han cambiado la vida completamente».

El equipo que hace posible cuidar de ti
Pero no puedo hacerlo sola. Detrás de cada sonrisa transformada hay un equipo extraordinario que late con el mismo corazón que yo.
Aida Avila
Recepción
Carolina Espinosa
Atención al Paciente
Marian Forte
Atención al Paciente
Rocio López
Higienista
Tu historia de transformación
está esperando
Después de 3,000 sonrisas transformadas, cada nueva historia que llega a nuestra consulta me emociona más que la anterior.
En nuestra clínica no existen casos imposibles. Solo historias que aún no han encontrado el final feliz que merecen.
Tu sonrisa merece manos que la salven de verdad. Manos que entiendan que detrás de cada tratamiento hay una vida completa esperando su momento de brillar.
Creo que la siguiente historia de transformación podrías ser tú.
Nuestras manos están esperando para escribir contigo el próximo capítulo de esta historia.
Ven, que tu sonrisa y la nuestra están destinadas a encontrarse.
Nuestras Instalaciones



